domingo, 2 de agosto de 2009

…DEL PUENTE A LA ALAMEDA…

.
Este muchachito camina doblegado por el peso de un ego mastodóntico. Su expediente no tiene manchas, es una mancha. Si tienen dudas lean el perfil de su blog e imaginen un currículum redactado por este personaje.
Su sed de saberes es tan extensa como diversa. Confluyen en ella en una aspiración poco menos que renacentista, artes, ciencias y cuanta disciplina haya el hombre imaginado, lo cual ha refinado su sensibilidad al punto de poder disfrutar con el mismo placer a
Arnold Schoenberg y a El Cigala, haciéndonos llorar lágrimas negras por nuestra música popular.
De libros no hablemos, pues además de su propia obra, desgraciadamente aún inédita, proyecta el “estudio a fondo” de un listado ilustre de títulos y literaturas enteras, al punto que necesitaría vivir doscientos años para tener una mediana posibilidad de lograrlo. Tiene poco más de veinte años y alguien, generoso, podría recordarme a Gardel; pero creo que este muchacho se ha indigestado y a sus dos décadas le sobra demasiada pedantería y le convendría un poco de realismo y humildad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario